Cuando una traición te hiera
y la ingratitud sea la paga,
levanta la mirada al cielo
y trata de ver la inmensidad de las estrellas.
Míralas con ternura, míralas con dulzor,
así la vida te será más fácil,
así tu corazón podrá vivir,
vivir siendo una palabra
que quizás a sido inventada erróneamente
por nuestro espíritu
que aunque muy antigua sea
muy difícil es de cumplir.
Así que cuando el dolor nos consuma,
cuando ya las palabras no existan más
y solo quedan los recuerdos y el dolor
y en silencio quede nuestra alma
sin saber que palabras suplicar
solo el dolor podrá callar lo que nos ahoga
y es allí donde podremos vivir.
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