Hoy como ayer esperare sentado la llegada de la noche
bajo la pálida luz de la luna esperare a que vengas...vendrás?
Tomame en tus brazos y has tuyos mis labios
oh amada soledad...
ven para que me quites este sufrimiento
que me provoca el tenerte tan lejos de mi ser.
Y aun mantengo la vana esperanza...que me recuerdes...
que recuerdes que existo, que soy no un niño...
tal vez un hombre que te ama...
con el corazón envuelto en llamas
que congelarían mi alma, mi tiempo...muriendo en ti.
Pero se que esta noche como todas las noches
tu oh amiga soledad serás mi aliento, mi compañera,
volverá a ser mía la tristeza y tendré en mis labios el sabor de la sal...
ese sabor que me quema y me mata, que me produce tal dolor...
un dolor que a la vez amo y odio...
fuerte veneno que recorre mis venas
que se calcinan junto a lo que queda de mi...
oh fuego...tan poco queda en mi corazón?
Este vació seguirá recorriendo mi mente,
por el solo hecho de pensar que no estás aquí.
Ahora solo las sombras velan mi risa y la luz refleja mi tristeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario