Todo pequeño atisbo de esperanza para mi vida se apaga. Me siento inútil, un estúpido y sin camino en este mundo. Me pregunto entonces, ¿cual será la misión que me asignaron para llegar hasta donde estoy? Porque ya no creo en nada. De pronto siento que las luces se apagan, y son solo mis ojos que se cierran lentamente. Las lágrimas recorren mi rostro sin piedad y el dolor que me invade no es físico sino, completamente emocional.
Pero quiero levantarme y seguir creyendo. Creyendo en el amor que aun existe en mi vida, el poco amor que mi corazón guarda bajo llave para que sea el único que prevalezca a pesar de las tormentas. Porque, todo lo que había antes fue arrancado ferozmente hasta dejarme herida. Sin embargo, la sangre corre por mis venas y mi vida continua aunque yo la crea sin sentido alguno.



No hay comentarios:
Publicar un comentario