El vacío me llena, rebosa en mi
el sonido de un piano me saluda
y me dice que tu sufrimiento siempre formara parte de mi...
Quizás la desesperanza ya ha hecho su morada,
quizás sea solo eso...
un simple llegar en donde habita tu soledad.
Mi aliento no tiene vida, ni aire, ni brisa...
Mi voz ya no resuena, mis ojos ya no lloran,
no tienen más lágrimas, mi alma se seca cada día más...
Señor si existes, llévame a ti me haces falta,
te necesito...no me conozco.
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